domingo, 28 de diciembre de 2014

El teléfono

Hola blogspectador@s, ¿nunca habéis sentido malestar contra el teléfono?

El teléfono

Había una vez
un chico muy tranquilo,
que se quejaba 
de no tener amigos.
Un día se levantó
y a la tienda de teléfonos se acercó.

-Cuando tenga un teléfono
conseguiré tener amigos- O al menos eso pensó...

Pasaron los días
y nadie llamó,
pero él seguía soñando
con su teléfono sonando.

Pasó un tiempo
sin que pasase nada,
así que fue al hada de las llamadas
a pedirle un favor:

-¡Haz que me suene mi teléfono!

El hada una cosa le preguntó:

-¿Estás seguro de esta decisión?
Estar en soledad es muy bonito
y muy satisfactorio.

Pues yo creo que es un horror,
automáticamente pensó.

-Pues bueno
si eso es lo que quieres,
el deseo te concedo yo.

Llegó a casa,
pero justo al girar la llave para entrar,
escuchó que un ruido
empezaba a sonar.
Alarmado y sin saber qué pasaba,
rápidamente entró en casa,
después se tranquilizó,
solo era el teléfono.

-Espera...

El teléfono examinó
hasta que la llamada colgó,
se sintió un poco decepcionado
por la llamada no haber descolgado.

-A saber cuando será
la próxima vez que me llamarán...

Aunque la angustia no duró mucho,
porque el teléfono empezó a sonar.
Rápidamente lo cogió
y las 2 personas empezaron a hablar.
Y así una y una y una y otra vez,
hasta que el teléfono decidió no coger.

Una vez saciadas 
sus ganas de el teléfono usar,
se dispuso a ver la TV
y tumbarse en el sofá.

Pero desgraciadamente
volvieron a llamar...
Y encima su número de teléfono, en la televisión
estaban empezando a dar.

¡Ringgggggg! ¡Ringgggggg!
¡Ring! ¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!
¡Ring! ¡Ring! ¡Ringggggggggggggggg!

-¡Bueno, vale ya!-dijo en voz alta

-O el teléfono para de sonar
¡o lo tiro por la ventana!

El teléfono seguía sonando
y por la ventana lo acabó tirando,
pero aun así...
le seguía molestando.

Acabó volviendo a ver al hada...

-¡Tú ni eres hada ni eres nada!
Y en vez de Mal de Ojo...
¡Me has echado un Mal de Teléfono!
¡Eres una bruja mala!
¡La soledad era perfecta!
¡La compañía no es nada!

-No digas eso-respondió el hada.

-La compañía no es mala
a veces es necesaria,
hay que saber distinguir
para ser feliz.
No es bueno sentirse sólo
ni tampoco sentirse rodeado de todo.
Buscar el intermedio
¡Eso hay que aprender!
Para disfrutar de las cosas poder.
Ahora que ya has aprendido
que ni un extremo ni el otro,
te libero de la petición 
que hicimos ayer entre nosotros.

-Gracias, supongo que tienes razón,
ni un extremo ni otro.

-Es una de las claves de la vida,
buscar la línea intermedia
aunque a veces sea muy fina.